LA VIOLACIÓN DE MIS DERECHOS HUMANOS DESDE 1959.

La violación de los derechos humanos de todos los cubanos desde 1959 ha tenido dos características fundamentales; deliberadamente intencionada y basada en intereses económicos mezquinos y mentiras espurias, así como sembrada con saña y odio sin el más mínimo interés en la formación de los valores fundamentales del ser humano.

Desde la madrugada del primero de enero de 1959, se comenzarían a violar los derechos políticos de Cuba, el derecho a conocer la verdad y juzgar por ella. Estados Unidos, acogería en su seno a los líderes de la tiranía batistiana y nos privaría a todos, del legítimo derecho político a juzgarlos por los crímenes atroces de su sangrienta dictadura.

Quedarían impunes las pascuas sangrientas, los torturados, el diezmo de militantes después del Moncada que ni tan siquiera tuvieron que ver con el asalto, los muertos y enterrados en los fosos y los patios de los unidades de la policía, los lanzadas al mar desde los túneles en la unidad de 23 y 30 en La Habana o los caídos entre los muros de la ciudad héroe santiaguera.

También se nos negó como hasta  hoy, cualquier derecho económico. Junto a estos asesinos, Estados Unidos recibiría en su bancos, muy contentos por cierto, el dinero robado a nuestro tesoro público, tampoco tendríamos el derecho como hasta hoy, al desarrollo económico como cualquier nación del mundo. Esto se repetiría en el tiempo y la Guerra Económica, como parte de la Guerra No Convencional crecería  hasta niveles insospechados.

Un día de 1976, la prima Nancy, la hija de Yoya y Chalia, partió a Caracas, Venezuela; no regresaría, se quedaría para siempre sin ninguna posibilidad de retorno en Barbados, en las costa de Barbados, enterrada en el mar, desde un avión hecho pedazos. Es que los cubamos desde 1959, ni tan siquiera tenemos derecho a la vida, se nos puede matar impunemente en cualquier lugar del mundo, lo cual es inverosímil que pasara incluso hasta con nuestros Diplomáticos.

No tendrían derecho a la vida las 151 víctimas del dengue hemorrágico, entre ellos 101 niños. El derecho a la vida se le privaría a los maestros Conrado Benítez y Manuel Ascunce, asesinados por bandas pagadas por Estos Unidos y la CIA, por el gran pecado de enseñar a leer y a escribir. Miles fallecieron o sufrieron las secuelas del pillaje Made in Usa, ultimados por un oído sembrando desde el norte de manera brutal y despiadada. Abuelo, desde 1963 hasta que falleció en 2008, nunca más fue la misma persona, tres tiros lo marcaron para siempre y desde que tuve uso de razón lo vi chapear la finca sentado en un banco,  no podía estar en pie, por los restos de metralla alrededor de su cadera. ¿Imaginan un campesino, un colono de nacimiento que no pudiese trabajar su tierra desde los 37 años hasta que falleció con 82? 

Los ejemplos de esta guerra sucia, desde Estados unidos, donde se han violado nuestros más elementales derechos son incontables, pero hay uno que no se puede dejar de mencionar, el derecho a una información legítima y creíble. Desde 1959, el norte nos bombardea a mentiras, con el objetivo que pensemos o actuemos diferente, sin el menor de los escrúpulos.

¿Alguien puede olvidar la Operación “Peter Pan”,  ese crimen por el cual fueron sacados de sus casas más de 14 000 niños? Este es apenas uno de sus más significativos ejemplos, a lo largo de la Revolución se ha calumniado impunemente a este pueblo, y cualquier cosa, siempre que hable mal del gobierno o sus dirigentes es publicable en los grandes medios de derecha. No se verifica o pregunta su credibilidad, no importa las consecuencias, siempre que ataque a Cuba.

Es así como se nos bombardea a mentiras, es así como se nos saturó de sandeces la red el 11 y el 12 de julio, es así como se nos intenta llenar una vez más de odio. ¿A quién se le ocurriría en medio de una pandemia intentar invadir un país? Solo podría estar en la mente de esos que no tiene el más mínimo respecto por los derechos humanos del ajeno, por esos que desde 1959 nos niegan incluso el derecho a la vida.

La verdad no se dice por los grandes medios y sus yutuber de descrédito pagados, la verdad es que tenemos problemas en nuestras instituciones, la mayoría acrecentados por la Guerra Económica a la cual se nos somete, la verdad también, que no se dice es que todas esas instituciones son obra de la Revolución.

Con todos nuestros problemas ¿qué país de Latinoamérica tiene un sistema deportivo de base como el cubano?, creamos series nacionales y de base en prácticamente todos los deportes colectivos e individuales. Los estadios de pelota a nivel provincial, salvo unos pocos son obra de la Revolución, al igual que los de fútbol, las canchas de básquet y voleibol, al igual que los hospitales provincias y los policlínicos, al igual que la Escuela Nacional y el Instituto Superior de Arte y la Escuela de Cine Latinoamericano. Toda la obra de la Revolución es resultado de la preocupación por el hombre de un sistema social, al cual el Norte intenta vilipendiar y destruir, y peor aún, continuar negando sus más elementales derechos humanos.

La desinformación me culpa de la especulación y escasez resultados de la Guerra Económica, me quiere llevar caos y la desobediencia, legitimar mercenarios y aplaudir el odio, quiere otra invasión como en Girón, asesinatos como los de Batista o nuevos jóvenes maestros ultimados. Tampoco quiere la alegría de la reapertura y la normalidad, a base de tergiversaciones sigue llamando a disturbios callejeros, al caos, sigue pidiendo bloqueo, intervenciones e incentivando animadversión, pretende continuar privándonos de nuestros derechos humanos.

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